ha sido librada desde tiempos inmemoriales, un constante conflicto que se desarrolla en el corazón de cada ser humano y en el mundo que les rodea.
Por un lado, el bien representa la bondad, la compasión, la solidaridad y la justicia. Es la fuerza que impulsa a las personas a actuar desinteresadamente en beneficio de los demás, a luchar por causas nobles y a defender a los más vulnerables.